El pasado 30.04.2016 se celebraba en el Claustre Sant Vicenç Ferrer de Manacor la III Fireta de Paper de Peix organizado por el colectivo Octubre Punk dentro de la programación de Sobrassada de Peix. La Fireta es un acto cultural cercano a la cultura punk en el que artistas de diferentes ramas ofrecen sus obras. Fanzines, discos, fotografía, pintura, música en directo… todo en un ambiente idóneo y de máximo respeto. Si queremos ir a la raíz de Sobrassada de Peix hay que remontarse al año 2009. Nacido para reivindicar una actitud y durante todo el mes de octubre de aquel año, el colectivo Octubre Punk organizó pases de películas y un concierto a cargo de Dr. Doom, Verval Diarrea y Dr. Enfermo. Todo en consonancia con lo que se puede entender como actitud punk. Con los años y aparte del cambio de nombre (que según me cuentan se materializó porqué había cierta confusión entre el público y la organización no quería un revival superficial de crestas, cadenas y botas negras) la programación se expandió… más bien mutó hasta convertirse en lo que es actualmente.
Para este año 2016, aparte de la Fireta de Paper de Peix, se organizaron diferentes actos como por ejemplo: Proyección de cortometrajes de Fran Bravo, performance para adultos Economía invisible en cinco actos, concierto de H1000VM y Loranfrancis, presentación del fanzine El Naufraguito… entre otros. Lamentablemente solo pude asistir a la Fireta en la que, aparte de disfrutar de todos los stands de los diferentes artistas y de algunas presentaciones (como la imprescindible revista de comics Deriva (Edicions del despropòsit) que recomiendo encarecidamente), disfruté de las actuaciones de Codo y Colega Chungo (+ Pablo Taladro, que serigrafió bolsas y camisetas en directo, dando su versión de la nueva edición de Sobrassada de Peix).
Las últimamente omnipresentes Codo ofrecieron un notable show como viene siendo habitual. Curiosamente en poco tiempo las he visto en cuatro ocasiones y si uno sigue su actividad en redes sociales se dará cuenta de que sus covers de mierda están calando entre el público. Clara Ingold y Antònia Camia cautivan con su naturalidad, con su transmisión de buen rollo… pero también por la elección de los temas y por la adaptación en la que usan instrumentos tan autóctonos como la chimbomba. Un show en el que el humor se conjunta con la música y crea una conexión especial con el público (que a los pocos minutos se acerca al “escenario”) entre ellos mi hijo de dos años que queda boquiabierto durante muchos de sus temas, además, reclamándome que vuelva al concierto en un momento en el que tenemos que salir unos minutos. Como siempre, excelentes dentro de su papel. Tengo curiosidad por ver hacia donde se dirige este proyecto.
Tenía muchas ganas de ver cómo se las gastaba el one man band Colega Chungo que salía al escenario junto con Pablo Taladro, y las expectativas se cumplían ya que ofreció un magnífico blues pantanoso muy cercano a Guadalupe Plata. Actitud, buen humor, música punzante y mueve cuerpos que se incrustó en las seseras de los asistentes. Por cierto, el Sr. Chungo utilizó un teléfono para distorsionar su voz al igual que Island Cavall, que curiosamente estaba presente (en forma de cd) con la publicación de su primer disco. Tal vez la nota negativa, siempre hablando subjetivamente, es que el hecho de que se realizaran las serigrafías como parte del show, hizo que gran parte del público prestara muchísima más atención a Pablo Taladro y dejara de lado a Colega Chungo, haciendo que existiera un ansia innecesaria por aquello de pillar una de las bolsas al vuelo… en fin, lo gratis siempre mola. Pero bueno, sin quitar méritos a ninguno de los dos. El diseño de Taladro para este 2016 me parece brutal. Siempre buscando aquella segunda lectura.
Sobrassada de Peix es un oasis en un desierto. Todas las actividades se realizan desde el máximo respeto a todos los tipos de arte. Tal vez con cierta anarquía en ciertos momentos, pero sin duda hay que aplaudir a los organizadores que se dejan la piel sabedores de que el grueso del público no tiene interés por prácticamente ningún acto cultural. Y si hablamos de cultura cercana al Punk… mejor no digo más. Aún así, el público que cada año acude, crea un ambiente familiar y de colegueo inmejorable que imagino es lo máximo a lo que se puede aspirar. Y de hecho pienso que el acto perdería su gracia si se magnificara por la razón que fuera. En todo caso, larga vida a Sobrassada de Peix.
Texto: © Jesús Mateu Rosselló, 2016
Fotografías: © Sobrassada de Peix, 2016
