AGENCIAS DE MANAGEMENT: LA MÚSICA DETRÁS DE LA MÚSICA

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Hace apenas unas semanas, el colectivo Notodoesindie celebramos nuestro tercer aniversario organizando un concierto en Casa Planas con la banda local Escorpio, y una de las bandas punteras del indie nacional, Los Punsetes. Cuando decidimos embarcarnos en esta ilusionante aventura, sin ser nosotros promotores -pero contando con buena asesoría interna-, pudimos experimentar lo que supone organizar un evento así, que si tener mayores pretensiones, conlleva unas mínimas tareas de gestión, comunicación y coordinación con las bandas, la sala, etc. A partir de este punto pensé en la necesidad de poner el foco en las pequeñas agencias de management y de intentar explicar la labor que hacen. Para ello, qué mejor que hablar con algunas de ellas. En este caso con Zara Sierra y Luis Fernández, responsables de dos agencias con base en Madrid como son Desvelo y Sonido Muchacho respectivamente, y con Albert Petit de la agencia mallorquina Pink Tiramisú.

Nombre de la agencia y grupos más relevantes a los que representáis.

(DESVELO): Desvelo. Trabajamos con Las Odio, Mordem y Eva Ryjlen.

(SONIDO MUCHACHO): Lo nuestro es más una discográfica tradicional, pero al final nos hemos visto obligados a gestionar booking, editorial, etc. Y por supuesto management. Estamos trabajando con bandas como Pablo Und Destruktion, Mujeres, La Plata, Kokoshca, Carolina Durante, etc.

(PINK TIRAMISÚ): Pink Tiramisú Agency. Trabajo con bandas como The Wheels, Ceremoney, Lava Fizz (Mallorca), Sr. Canario (BCN) o Los Reyes Magos (Sevilla) entre otras más.

¿Qué es una agencia de management?

(D): Es un equipo de personas que trabaja con una artista o banda, acompañándola en el desarrollo de su carrera, ayudándola a tomar decisiones que la acerquen a sus objetivos. También se ocupa de la gestión del proyecto, asumiendo las tareas administrativas, logísticas, de producción y comunicación que requiere un proyecto musical.

¿Los artistas se escogen o te escogen?

(D): Ni uno ni lo otro, sino las dos cosas. El primer paso para acercarse puede partir de unas o de las otras, pero luego tiene que haber un entendimiento mutuo para poder trabajar juntas. En nuestro caso, con las tres artistas con las que trabajamos ahora, tras la primera reunión tuvimos claro por ambas partes que queríamos trabajar juntas.

(S): Pues nosotros somos de la filosofía que tiene que ser algo mutuo. El management implica una relación más personal con el artista, ya que hay que conocer bien cómo funciona, el público, a dónde hay que llegar. Entonces si la relación no es común, es imposible. Hay que escoger, y que te escojan, por supuesto.

(P): Pues depende de la situación; pueden darse las dos situaciones. Puedes ver una banda emergente que aún no trabaja con nadie y decirles que te gustaría trabajar con ellos; o puede pasar también que una banda te llame para decirte que quiere trabajar contigo.

Tareas relevantes que se incluyan en tu día a día.

(D): En Desvelo mi responsabilidad principal es la comunicación, con lo que el contacto con los medios y buscar espacios en prensa para mis artistas, que sus canciones suenen en las radios, escribir y enviar notas de prensa, etc, ocupa la mayor parte de mi jornada. También me ocupo de las redes sociales de la agencia, que es una tarea que me provoca una pereza inmensa, pero que requiere atención diaria. Hay otras dos tareas que no son diarias, sino semanales, pero que son de máxima importancia: el seguimiento de noticias y el mantenimiento de las bases de datos. La primera nos permite medir la efectividad de nuestras campañas de comunicación e ir ajustando o corrigiendo nuestra estrategia; la segunda es fundamental, porque las bases de datos son mi principal herramienta de trabajo y si no se revisan y actualizan periódicamente no sirven para nada. Estas dos cosas las hago cada viernes, mientras escucho los lanzamientos de la semana (estar al tanto de lo que hacen otras artistas y agencias también es una tarea imprescindible).

(S): Yo diría que la tarea básica es responder mails y hacer llamadas. En eso consiste esto (risas).

(P): Pues más allá de la atención constante al mail, siempre hay un Skype, la atención a las RR.SS y sobre todo, entrar en la cuenta corriente para ver si han ingresado las facturas pendientes (sonrisas).

¿Qué labores pedagógicas harían falta para educar en la valoración de vuestra profesión, y del cuidado de la música en general?

(D): La principal pedagogía que hay que hacer es la de enseñar que la música es una profesión. Es algo común a todas las profesiones culturales o creativas, que se perciben como un hobby, y por eso luego a la gente le parece exótico que los músicos cobren por su trabajo. Y en este sentido hay que educar también dentro de la misma industria acerca de derechos y condiciones laborales porque, aunque parece mentira, muchos promotores o programadores de salas aún se sorprenden cuando les dices que, como empresarios, tienen la obligación de dar de alta a los músicos como a cualquier otro trabajador. Exigir que no se vulneren los derechos de los trabajadores de la música es la mejor forma de cuidarla.

(S): Pues lo más importante sería que la gente consumiera música «real», que comprase discos (físicos o digitales), que usase streaming premium, y que asistiera a conciertos. Realmente no hay una pedagogía para esto, pero posiblemente habría que invitar a la gente no solo a ir a festivales como si fueran vacaciones, si no asistir a conciertos, comprar discos, etc. En definitiva escuchar música.

(P): Esta pregunta da para un debate extenso. En España no tenemos una industria musical como en otros países. Para empezar, los músicos son como una especie de seres malditos. A partir de ahí, todo lo que les rodea está condenado a no tomarse en serio, a excepción de los profesionales del sector. La música y el arte en general no tienen valor por culpa de las políticas de antaño del «todo gratis«: conciertos gratis, verbenas con cabezas de cartel gratis, etc., y cambiar eso es un trabajo prácticamente imposible. Podría escribir tres páginas sobre esto (risas).

Por tu experiencia, ¿es el mundo del management, y de la industria musical en general, machista?

(D): Claro, muchísimo. En una sociedad machista todos los sectores lo son, pero el de la música lo es especialmente. Desde los años 50, cuando la música popular se convirtió en un producto de masas, el papel de la mujer ha sido siempre ornamental. La iconografía del músico muestra la imagen de la mujer como un elemento más de la parafernalia del rock, como la guitarra o la chupa de cuero.

De todas las áreas de la industria, sin duda donde menos se nos tolera a las mujeres es en las de management y contratación. No sorprende ni molesta vernos en roles que tienen que ver con las relaciones públicas, por ejemplo; pero no se asume que también tenemos que estar donde se toman las decisiones y se mueve el dinero.

(S): Pues diría que a priori un poco sí. Pero claro, también hay que ver el recorrido histórico, que para mal, siempre ha estado ligado más al hombre en ciertas facetas artísticas; y cuando se ha abierto ha sido hace relativamente poco, así que aún hay camino por recorrer. También te digo que en el management la compañía más grande latina es RLM, que viene de Rosa Lagarrigue Management, que es la figura más grande.

(P): No tengo mucha experiencia en el mundo del management, apenas llevo año y medio. De lo que sí me ha dado cuenta es de que es un mundo hecho a la «vieja escuela«, y eso inevitablemente fomenta actitudes machistas; no obstante me he tropezado con muchas mujeres en toda la cadena de la industria (promotoras, jefas de sala, de producción, etc.) Creo que poco a poco irán cobrando más relevancia en la industria y quiero pensar que al tratarse de un sector más alternativo no habrá techos para ellas y podrán desarrollarse profesionalmente sin ninguna traba; pero lo dicho, no puedo hacer un juicio sobre ello.

¿Existe una pugna latente entre el promotor y las agencias?

(D): En mi experiencia, no, pero es mi experiencia y no puedo decir que sea la norma. Nosotras tenemos buena relación con los promotores y, sobre todo ahora, que ya llevamos 3 años como Desvelo y nuestro proyecto es sólido, nos sentimos respetadas.

(S): Por supuesto, pero es una pugna sana y natural. Si no hubiera sería que no hay agencias que velen por los derechos de los artistas, así que espero que la pugna dure mucho, y más.

(P): Yo creo que existe una pugna entre las agencias y la falta de profesionalidad y abuso de algunos promotores; por suerte no estamos hablando de profesionales. Yo como agencia sé adaptarme a cuando me llama un festival de gran nivel o cuando me llama una persona que es fan del grupo y quiere montar un concierto con una de mis bandas; con el primero nunca hay problemas y con los segundos a veces hay que hacer pedagogía para hacerles entender lo que conlleva montar un concierto, qué gastos tiene, y que no ha de repercutir en la banda.

¿De la música se vive o se malvive?

(D): Se puede malvivir, vivir, vivir bien e incluso forrarse con la música. Es un ámbito que tiene un montón de planos y cada uno es un universo.

(S): Depende de lo que entiendas por malvivir (risas). Lo que es cierto es que es un sector muy pequeño, y que está en la tercera división respecto al de la industria anglosajona. Hay poca gente trabajando y poca estructura, pero se puede vivir, y hay gente que vive muy muy bien.

(P): Si me preguntas eso podría interpretar que estás cuestionando mi profesión (sonrisas); y de algún modo sería una rara avis condenada no ser tomada en serio. ¿Le preguntarías lo mismo a un camarero o a un administrativo, que no llega ni a los mil euros al mes?

¿Qué es lo más gratificante, y lo más desagradable de tu trabajo?

(D): Lo que más me satisface es que se aprecie el trabajo de mis artistas. Y, paradójicamente, lo más frustrante no es lo contrario. No me molesta demasiado leer críticas negativas, porque si están bien argumentadas las respeto, y si no lo están, me resbalan. Pero cuando no consigo que se le preste atención a un proyecto, ni para bien ni para mal, me resulta muy frustrante.

(S): Lo más gratificante y desagradable es lo mismo: hablar mucho con los artistas (risas).

(P): Lo más desagradable es descubrir cómo alrededor tuyo hay gente que juega con la ilusión y la desesperación de bandas de música. Si te contara la de chanchullos que hay alrededor de ello más allá del típico promotor que quiere pagar a un grupo con una caja de cerveza. Lo más gratificante es el día del concierto, cuando ves el resultado del trabajo de la banda, no hay nada como ese momento.

Próximo proyecto ilusionante.

(D): El de Eva Ryjlen, la última artista en unirse a Desvelo. Estamos preparando el lanzamiento de su primer disco, que se publicará en otoño. También estamos trabajando ya en el segundo disco de Las Odio, que será para comienzos del año próximo. Pero me hace especial ilusión el trabajo que está haciendo Elba Fernández (Mordem) componiendo la música para una nueva serie de televisión, “Hierro”, que se está empezando a rodar ahora y que emitirá Movistar el año próximo. Elba tiene un talento fuera de lo común y cada vez que una persona se da cuenta de ello me siento inmensamente feliz.

(S): Pues ahora estamos con Carolina Durante y La Plata muy ilusionados; son dos grupos jóvenes y buenísimos. Son el futuro y hay que cuidarlos.

(P): A la vista hay una gira mundial de The Wheels con más de cuarenta fechas, varios lanzamientos y fechas importantes. Creo que el 2018 será un gran año.

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