Cultura musical para indios y salmones

BENDITOS SILENCIOS (NO SE CALLARÁN, NO…)

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“It’s oh so quiet” cantaba Björk en su magnífica versión de “Blow a fuse” de Betty Hutton, seguidamente pedía silencio y su voz se iba apagando antes de empezar con una explosión de tormenta y energía. Sin duda la islandesa es una auténtica experta a la hora de saber gestionar en sus directos y discos momentos intimistas seguidos de invitaciones directas al baile. Cuando un grupo sabe manejar esos silencios musicales en concierto y la audiencia conecta se viven momentos de verdadera magia.

Yo no tengo mucha idea de música pero el silencio musical o pausa es un recurso ya utilizado en música clásica y reflejada debidamente en la partitura. También es un recurso totalmente estudiado en la música electrónica donde el momento subidón viene precedido de pausas perfectamente calculadas. Pues los silencios aún son más especiales cuando son espontáneos en directo. Recuerdo hace quince años en el FIB 2002 un concierto de Radiohead, creo que durante “Karma police”, Thom Yorke que estaba al teclado dejó de tocar y con él toda la banda, molesto se giró hacia una de las carpas de donde llegaba la música electrónica…, pararon un segundo que pareció eterno para retomarlo todos a la vez para júbilo de todos los presentes.

Sin saltar tanto en el tiempo hace apenas algunas semanas en Sevilla, viendo a The Divine Comedy, Neil Hannon dio una lección de control de los tiempos con un público entregado y pasando del casi silencio al éxtasis con los cinco músicos que le acompañaban dándolo todo y él escenificando sus canciones. Muy gracioso fue el inicio de la bonita “I Like” en el que paró la canción porque habían hecho un pequeño cambio en la intro e iban desacompasados, “no lo volveremos a hacer así” dijo riendo él y todo el público, guiño a su banda y todos al unísono vuelta a empezar. Otro gran ejemplo de gestión de la energía fue entre el tema “Our mutual friend” tema intensísimo en el que suele acabar tirado en el suelo, como el protagonista de la canción, mientras el concierto alcanza el momento de épica musical máximo para, a continuación, sonar una música lounge de fondo mientras salía al escenario Lisa O’Neill, la telonera, con la que interpretó a dúo la entrañable y muy sesentera “Funny peculiar” ambos cantando copa en mano.

Hace poco tuvimos por aquí a Neuman, otro que es un experto en combinar esos momentos de casi éxtasis con otros tranquilos en los que lleva al público por subidas y bajadas. Pues en el aniversario de BN Mallorca realmente no consiguió ni hacer subir ni bajar a nadie. El público simplemente no entró en su show y él no supo reconducirlo ni siquiera contando que esa noche cerraba su gira y era un día muy especial para él. Simplemente la gente estaba más por la fiesta que por el concierto y no hubo ni química ni magia, todos hablando de sus cosas. Una pena. Curiosamente Lava Fizz, teloneros esa noche, resolvieron ciertos problemas de sonido y consiguieron llevarnos a su terreno (aunque el aforo en ese momento era mucho menor y los charlatanes debían estar fuera fumando, poco interesados en descubrir una nueva banda).

Esto da para un debate aparte. Ojalá The Divine Comedy pudieran tocar en Mallorca como lo hicieron en Sevilla, con una sala con sold out y con un público entregado a la música y respetuoso todo el tiempo. Sé que es mucho pedir y que si aquí solo van los que les interesa la música nos quedamos en cuadro… Pues nada, seguiremos de verbenas.

 

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