colegas notodo
por Xisco Fernandez
Descubre su pasión por la fotografía en Berlín, donde empieza a experimentar con la luz, las miradas y los retratos. Años después se casa en Madrid por lo civil con el arte y la cultura, con la gestión cultural como juez, sin ningún padrino, y eso sí, con unas fotos muy bonitas, relación que suele sufrir bastantes altibajos por su infidelidad con el mundo audiovisual, su insistencia en organizar eventos culturales de calidad y pelearse con el mercado del arte, que le parece ridículo. En uno de sus viajes por el mundo, un día se levantó por la mañana, y decidió juntar una fotografía con otra… y empezó a realizar cortometrajes stopmotion. Arte y cultura como forma de vida.