EL PSICÓLOGO DE MARK

Ocurrió una gélida noche de diciembre en Nueva York. Había vivido una jornada especialmente dura en la consulta. Una de mis pacientes se había suicidado aquella misma mañana. Sara, una chica de dieciocho años a la que llevaba tratando desde hacía dos meses, se tiró por el balcón de su piso. Para un psicólogo, una noticia así siempre es desconcertante. Sientes que has tenido algo que ver, sientes una extraña y estúpida responsabilidad, piensas que podías haberlo evitado, que podías haberlo previsto. Por eso aquella noche no me apeteció volver a casa después del trabajo. Despedí a mi última visita … Sigue leyendo EL PSICÓLOGO DE MARK